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23 de Junio de 2014 Vol. 3, No. 5
23 de Junio de 2014 Vol. 3, No. 5

Revista Académica,
Profesional Multidisciplinaria

Periodicidad cuatrimestral

Directora
Mtra. Lucía G. León Brandi

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ARENILLA

Alejandro Molinari



LA LUZ EXTRAVIADA

Cuentan que el mundo estaba inmerso en la oscuridad. Todos se topeteaban en las calles y en los mercados. Era preciso tentalear el camino, algunos lo hacían pecho a tierra, para hallar el camino de regreso a casa.



A alguien, entonces, en medio de la noche cerrada, se le ocurrió inventar ¡la luz! La historia, a diferencia de lo que sucedió, muchos años después, con la bombilla eléctrica, no consigna el nombre de este hombre prodigioso. Aunque el ochenta y dos por ciento de la humanidad apuesta a que el inventor de la luz no fue un hombre sino ¡una mujer! Hoy se reconoce que la mujer, aparte de los ángeles, es el ser de la Tierra que más luz posee.



A partir del descubrimiento de la luz, el mundo comenzó a darle diversos usos. Los dueños de los medios de producción no estuvieron de acuerdo que la luz estuviese "prendida" todo el día. Era necesario dividir el mundo en dos, a fin de que los obreros descansaran para que, al otro día, estuviesen con la fuerza necesaria para laborar en las factorías de los primeros.



En San Andrés Larráinzar, los hombres emplearon la luz para sembrarla en los campos. Después de un tiempo los labreros fueron a sus campos y los hallaron ¡luminosos! Fue tal la conmoción que recibieron que no les quedó más que beber posh a fin de atarantar tantito los caminos de luz y no olvidar los tiempos en que la oscuridad era "la loca de la casa". Mientras los hombres bebían posh, sus mujeres bordaban sus rebozos ¡con hilos de luz!



Las abuelas de San Cristóbal de Las Casas, en cuanto conocieron la luz, dijeron que eso era ¡Dios!, y obligaron a sus maridos a que construyeran oratorios en las casas a fin de adorarlo. A partir de ahí se formó la Cofradía de los Adoradores de la Luz. Un día (la historia tampoco consigna la fecha exacta) los hombres, confundidos, cambiaron el nombre de su Cofradía y la nombraron: Adoradores de Dios, nombre que hasta la fecha pervive. Por esto, de vez en vez, en el mundo se celebran multitudinarias manifestaciones que aseguran ¡Dios no existe! No es un grito profano ni hereje, es apenas un reclamo para dar a la luz lo que es de la luz.